sábado, 20 de julio de 2013

Acerca de como justificar un incremento patrimonial





Llamaron a un contribuyente para que vaya a revisar su declaración del Impuesto a las Ganancias.
 
Cuando entra a la oficina del Organismo de Contralor el inspector le dice:

 - Pues mire, no entendemos nada, en principio no tenemos nada contra usted pero según nuestra base de datos usted no puede justificar el aumento importante de su patrimonio en los últimos años, hemos detectado que usted posee varios departamentos y gran cantidad de acciones, por lo que queremos indagar si usted esta ocultando ingresos gravados o bien nosotros estamos cometiendo un error.
 
- No, que va, señor inspector, lo que ocurre es que todo ese dinero me lo he ganado apostando.

 - Apostando ? Dale ! Otro mas con ese viejo verso, que me dirá ahora que lo ganó en el Casino o que se sacó la grande de la lotería, porque usted el año pasado se compro dos departamentos a estrenar en la zona mas cara de la ciudad.
 
- Que si, que si, que lo he ganado todo apostando. Mire, se lo explicare con un ejemplo. Le apuesto mil pesos a que me muerdo un ojo.
 
- Pero hombre, eso es imposible !

- Que si, entonces, apuesta ?
 
- Pues bueno, ganare mil pesos.

 Entonces, se saca un ojo de cristal y lo muerde, así que el inspector no tiene otra opción que pagarle los mil pesos.

 - Bueno, esto me parece muy bien, usted se puede ganar un dinerillo de vez en cuando con este truco, pero no pretenderá usted justificarme esas compras con una cosa así.
 
- Ya, pero es que hago muchísimas apuestas y... mire, por ejemplo, le apuesto cinco mil pesos a que me muerdo el otro ojo.

 - Pero hombre, eso si que es imposible, usted no es ciego, así que no puede tener otro ojo de cristal; pero si quiere, yo voy con la apuesta.
 
Entonces se saca la dentadura postiza, se la lleva hasta el otro ojo y se lo muerde. Y el inspector le paga los cinco mil pesos.
 
- Pero mire, de todas formas yo no me creo que con estas cosas usted haya podido comprar todo lo que tiene, usted no puede ganar tanto a base de apuestas.

 - Que si, de verdad, todo depende de la cantidad de dinero que apostemos. Por ejemplo, le apuesto veinte mil pesos a que tengo los testículos cuadrados.
 
- Bueno, eso si que ya es demasiado, nadie puede tener los testiculos cuadrados, así que le acepto la apuesta.

- Pues toque, toque.

Total, que el inspector se los toca y resulta que son normales y mas bien redondos, así que el contribuyente le paga los veinte mil pesos al inspector.
 
- Pues ve lo que le digo ? Usted no puede ganar todo ese dinero haciendo apuestas, entre otras cosas porque de vez en cuando tiene que perder.
 
- Ya, pero es que si se compensa... por ejemplo, ve usted a toda esa gente que se esta descojonando de risa al otro lado de la ventanilla ? Pues me he apostado con ellos cincuenta mil pesos a que no solo me iba a ir bien sino que usted terminaría tocándome los testículos.